A raíz de la noticia publicada en un periódico provincial el pasado sábado 12 de Febrero, afirmando que, de acuerdo a la información obrante en la Consejería de Salud, el administrativo del Centro de Salud de Casariche (del mismo modo que el de otros pueblos que también eran nombrados en dicha noticia) había sido sustituido por personal administrativo de la propia Consejería, y que, además, esto había sido hecho a petición del propio Ayuntamiento, nos vemos en la obligación de desmentir esa información falsa y tendenciosa, que pretende crear confusión en la opinión pública.
Para ello, detallamos a continuación la realidad de los hechos en relación a este asunto:
1º.- Es rotundamente FALSO que el personal administrativo del Centro de Salud de Casariche haya sido sustituido por personal administrativo del SAS. En nuestro caso, la misma trabajadora lleva más de 30 años desempeñando su labor, desde que en su momento fue asignada por el Ayuntamiento para dicho puesto.
2º.- El ofrecimiento de cambiar al personal administrativo del Centro de Salud de Casariche partió del Área Sanitaria de Osuna, es decir, no fue una iniciativa municipal, sino de los responsables de dicha Área Sanitaria, y a dicho ofrecimiento, se contestó negativamente por parte del Ayuntamiento, pues, entre otros motivos, entendemos que dicha persona presta un excelente trabajo y servicio en beneficio de las vecinas y vecinos de Casariche y no creíamos necesario ningún cambio, en todo caso, le dijimos que lo reforzaran con más personal.
3º.- Con respecto a los vecinos y vecinas de Casariche, la evidencia de la falsedad de la noticia puede demostrarse fácilmente, ya que cada vez que se acercan al Centro de Salud, pueden comprobar que el personal administrativo del Centro de Salud de Casariche ha sido y es el mismo siempre. Sin embargo, para el resto de potenciales lectores de la noticia, que no viven en Casariche, pueden creerse la noticia, y es por lo que entendemos necesario aclarar este asunto.
Además, ya que de forma explícita el periódico ha citado textualmente: “según los datos que obran en poder del SAS”, solicitamos al Servicio Andaluz de Salud, al periódico o a ambos, que tengan a bien aportar los documentos, datos o prueba escrita que acrediten que lo que dicen es cierto, o en caso contrario, lo desmientan y rectifiquen públicamente.
Si no ocurriese alguna de estas dos cosas, estaríamos ante una manipulación de la realidad y un engaño con “supuestos datos públicos”, lo cual haría más difícil confiar en un futuro en cualquier información, datos, propuestas, etc., que provengan de dicha Administración, aunque ya tenemos experiencia de eso en el inicio del COVID.